lunes, 16 de noviembre de 2009

Preguntas clave que le ayudarán a tomar decisiones correctas antes de tomar cualquier fármaco.




Cada día miles de personas toman algún medicamento para curar un tipo de padecimiento. A veces las medicinas son prescriptas por profesionales entrenados para ello, pero en muchas ocasiones es lo que el "vecino" le recetó, o lo que compró en la farmacia porque así fue aconsejado. ¡Cuidado!

Por otro lado, las compañías farmacéuticas tienen un presupuesto gigantesco para mercadeo directo al público. Los doctores se quejan de que sus pacientes exigen medicinas para sus pesares, inclusive algún medicamento específico. Lamentablemente a veces los médicos las prescriben por temor a perder al paciente como cliente, sabiendo que el beneficio será poco o ninguno.

Por estas razones conviene asegurarse de que lo que usted recibe de su doctor es lo indicado. Tome nota de las siguientes recomendaciones:

1. Pregunte si realmente necesita esa medicina.
Pregunte a su doctor cómo es la medicina y porqué debe tomarla. Su médico no deberá ofenderse por este tipo de pregunta, pero si vacilara en contestar, quizá debería preguntarse si realmente la debe de tomar. Por ejemplo, muy rara vez necesitará antibióticos para infecciones gripales.

2. Los beneficios del medicamento ¿serán mayores que los efectos de las mismas?
Si tiene una enfermad seria, definitivamente los medicamentos podrían ayudarle. Sin embargo, debe tener presente que todas las drogas medicinales tienen efectos secundarios, inclusive el acetaminofén (tylenol) y la aspirina. Infórmese de todos los efectos secundarios, en especial si posee alguna condición médica pre-existente como diabetes, presión alta, problemas cardiacos, etc. Por ejemplo, las medicinas para los catarros y congestiones nasales, pudieran alterar su presión sanguínea al punto de poner su vida en peligro, o alterar su control de la azúcar, si fuese diabético.

3. ¿Hay alguna otra opción?
Muchas de las condiciones médicas pueden controlarse con ciertas modificaciones en el estilo de vida. Por ejemplo, el alto consumo de sal está asociado con la hipertensión arterial. El reducir peso facilita el control de la diabetes, presión arterial y problemas del corazón.

Comer muchas frutas y vegetales se ha asociado con una reducción del cáncer de colon. Disfrutar de comidas baja en grasas y altas en fibras, reduce los ataques al corazón y las embolias cerebrales, entre otros ejemplos.

También hoy en día la ciencia médica le ha vuelto la mano a los remedios naturales, por ejemplo la glucosamina para los problemas de la artritis, el Gingko Biloba para problemas de demencia, circulatorios, etc. Pregunte a su médico, ya que opciones existen.

4. ¿Las nuevas medicinas son mejores que las que ya existen?
No necesariamente. Constantemente escuchamos de los beneficios de la aspirina y otras medicinas. Es cierto que la medicina avanza cada día y que en el campo de las infecciones se ha logrado mucho. Por ejemplo, en el tratamiento del SIDA, las medicinas disponibles actualmente no existían antes de 1980.

Sin embargo, se han descubierto niveles tóxicos inaceptables en algunas de las nuevas medicinas, una vez aprobadas, razón por la han tenido que ser retiradas del mercado al poco tiempo. Ejemplo de ellas son: : "Rezulin", "Phen-Phen" y muchas otras más.


Fuente: salud.com con información de: pmministries.com

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